La
verdad es que, pensándolo mucho, pocas veces he hablado de mi profesión. Muy
posiblemente debido a que mi entorno o son compis o llevamos uff de años juntos
y tampoco ha hecho realmente.
En
este momento no ejerzo ningún tipo de empleo o labor que no sea mi casa y mi
hija, a la que me encuentro dedicada buena parte del día, pero esto no quita
que me encante mi trabajo y lo lejos que llegué en su momento. Soy maestra,
profesora de primaria, pero especializada en la educación especial. La de cosas
que hemos visto en los libros… y nunca te cuentan que la verdadera escuela es
la vida diaria y el sentido común (con este he llegado más lejos que con un
máster en modificación de conducta)
La
verdad es que es una pena lo que está ocurriendo en nuestra España querida…
nunca he tenido sentimientos de “aferramiento” a la tierra, pero la verdad es
que una cosa es eso y otra muy diferente verte obligado por X motivo a irte. Es
una pena.
Este
post lo dedico a uno de los documentales que he visto y que más me ha gustado “María
y yo”, dirigido por Félix Fernández de
Castro y producido por Bausan films. Pero no lo vi por
casualidad, me lo recomendó una buena amiga muy sensibilizada en este tema.
En lo que dura el documental, no perdí ni un instante la atención,
pendiente de cómo vivía esta familia el hecho de que su hija María, de 12 años,
tiene autismo. Lo curioso es cómo lo muestra, ya que para ellos no es un
impedimento para hacer su vida con relativa normalidad. Miguel y May son los
padres de María; ambos viven en diferentes puntos de España (Islas Canarias y
Barcelona), ya que están divorciados.
Miguel Gallardo (persona que protagoniza el documental, junto a
María) es un famoso dibujante e ilustrador, y parece que a través de los comics
ha conseguido entender de cierta manera el autismo de su hija. María vive con
May, y aunque cuenta con la ayuda de su padre y una asistenta profesional,
muestra un gran amor por su hija en todo momento, participando en todos y cada
uno de sus avances.
Uno de los casos más simpáticos que aparece es el hecho
de que las personas con autismo son personas que requieren de una rutina muy
rígida, ya que al no tener capacidad de anticipar, no pueden entender los
cambios que se producen en su alrededor. Eso les produce un gran enfado y
resistencia. Por ello, cuando María y su padre van de paseo, siempre tienen que
seguir una misma ruta.
Es bonito ver, aunque al final de la película aparece
durante unos minutos, los pictogramas que se usan con María en su casa, la
forma de utilizarlos y el orden que se consigue el entorno familiar. Así como
una forma de expresión especial que permite a las personas con autismo
establecer en su mente una secuencia de acciones ordenada, que les permite
anticipar lo que viene antes y después de otras cosas. Se extiende, de forma
necesaria, ya que todo está interconectado en estas vidas, a cómo es su
colegio, sus compañeros y sus actividades en él.
Precisamente por ser el tema del documental una situación
poco común, las vacaciones de verano, en la que prácticamente no existen las
rutinas, es dónde más se pueden observar las dificultades que presenta María,
al padecer un TEA. Aún así, la esencia del documental y lo que percibe el
espectador, sobre todo aquellos que somos conocedores de este mundo, es la
fuerza, coraje y alegría que Miguel lleva siempre consigo.
Miguel Gallardo, con sus cómics, ayuda a María en su
difícil trayectoria de comunicación con el mundo y las personas que la rodean,
mediante sus sencillos, pero naturales, diseños plasmados en un cuaderno que
llevan encima constantemente. No hay un solo cuaderno, sino muchos, en los que
Miguel ha ido narrando las historias de María desde su nacimiento y que
conserva como algo especial para él y su hija, un lazo de unión en su relación.
En estas vacaciones llevan uno en blanco en el que van dibujando aquello que se
le hace necesario saber a María de una forma más visual y simple, que pueda
indagar durante varios minutos sin que se esfume la información de su mente.
Ciertamente los niños con autismo poseen “habilidades
extraordinarias”, y en este caso, María tiene una fascinante memoria para las
caras y nombres de las personas que conoce, aunque sea solo durante unas horas
o instantes. Aunque también tenemos el extremo contrario, y es un perfecto
ejemplo para las estereotipias y repeticiones. En su caso, María está fascinada
por la arena de la playa y le encanta cogerla y hacerla volar al viento, de
forma lenta y granito a granito, muy cerca de su cara. Parece como si observara
cada uno de esos puntos detenidamente, como si en ellos hubiera una vida entera
inserta. A su padre le encanta pasar esas horas leyendo a la sombra, cerca de
ella, y observándola como si fuera un tesoro.
Me parece una forma estupenda y necesaria de dar a
conocer verdaderamente cómo es un caso, aunque concreto ya que no hay ninguno
igual, de autismo. Pero hay que saber, ante todo, que con una gran dedicación
se puede llegar muy lejos, sin tener que renunciar a la felicidad.
Compañera!! No tengo tiempo de comentar ahora demasiado, pero decirte que cuando he dado clase a niños con nee, sólo he tenido buenas experiencias.
ResponderEliminarNiña!! No te preocupes, pero cómo estás?? Dónde te metes!!?
EliminarSomos una plaga! Yo soy de infantil y en mi dilatada experiencia (4 cursos XD) solo me he encontrado un niño con autismo. Tenía 3 años y solo lo vi unos meses, así que no sé cómo acabó la cosa.
ResponderEliminarParece mentira lo que los padres podemos llegar a hacer, verdad?
jajajajj das una patada y salen por todas partes ^^
EliminarSi, la verdad es que nunca he dado con dos familias que se parezcan ni por asomo en su manera de afrontar este tema; pero todas eran buenas!! ^^ Me encanta