Los
miedos son algo muy relativo, van siempre en función de la etapa en la que nos
encontremos.
No
sé a vosotros, pero a mí hace unos años lo que me preocupaba era llegar tarde a
casa o que la fiesta a la que fuese no estuviese lo suficientemente animada
después de haber pasado un día “ploff” en clase o en el trabajo. Pero eso ha
cambiado, el punto 0 ha sido la maternidad (con los cambios personales que
conlleva) Ahora me preocupa que la pequeña duerma, esté bien alimentada, que no
pase frío ni calor, que se divierta, que sea feliz… de vez en cuando pienso
también en que mi marido se encuentre bien, y de paso yo también.
Soy
consciente de la necesidad de preocuparme un poco de mí misma, pero dejo a un
lado (de momento) ese pensamiento. Me preocupa también la escolaridad de mi
pequeña, de si será el lugar adecuado para ella (soy de las que piensan que
TODO no vale para TODOS), si el entorno en el que nos encontramos es el mejor,
si favorecerá su infancia…
¿Es
pronto para tener estos pensamientos? Creo que no, hace un suspiro estaba en el
paritorio, y ahora me encuentro de regreso de la fiesta de su primer cumpleaños…
Ahora estamos planteándonos colocar el árbol de Navidad y su decoración
(tradición en muchos hogares), el Belén lo vamos a dejar para otro año. Somos
conscientes de la inteligencia de los pequeños, ¿por qué no de su memoria? ¿Por
qué siempre es demasiado pronto para ellos? Sinceramente, creo que no, pienso
que son capaces de mantener un recuerdo, o una asociación de cosas
(invierno-navidad, por poner un ejemplo; y cuántos somos los que hemos asociado
este hecho)
¿Vosotros
qué pensáis? ¿Tenéis los mismos miedos ahora que hace unos años? ¿Qué os ha
hecho cambiar?
La maternidad te hace ver las cosas de modo diferente. También mis miedos han ido cambiando, y se centran sobre todo en mis petites, en que estén bien, en que no les falte de nada, en que les pueda dar una buena educación y una buena base para el futuro...
ResponderEliminarEs muy complicado, pero paso a paso, se consigue ;) No te preocupes mucho ahora por lo de la escolarización, tienes hasta los 3 años para pensar qué tipo de educación queréis darle. Ayuda conocer los centros de al lado de donde vivís, y tener las ideas claras, con lo que se puede "gastar". Porque claro el dinero también cuenta en ese sentido.