jueves, 13 de diciembre de 2012

Un día de fiesta


Buenos días a todos.

Ayer se escribió una nueva página en la vida de mi pequeña, y es que teníamos cita en el trabajo de mi marido con el mismísimo Père Nöel.

Hace no mucho escribía sobre las cosas que echaba de menos de la tradición que había vivido como niña en España, pero es de justicia que mencione algo que, por lo visto, aquí se hace mucho (al menos en el trabajo del papá de la peque)

Al parecer, es corriente que entre los centros  de educación secundaria, los profesionales que allá trabajan organicen una visita de Père Nöel para los hijos de los mismos (para aquellos que quieran participar, por supuesto, se invita a todo el personal).  Cada uno pone una pequeña aportación pautada, tanto económica como para la merienda de los niños.

Personalmente creí que sería algo breve, que veríamos al típico Santa en su trono, que un duende ayudaría a los peques a sentarse en sus rodillas para que les pudiesen o contar lo que les habían pedido o para que les diesen sus cartas. La verdad es que nosotros no íbamos preparados para eso…pero seguro que mi peque le haría saber lo que quería.

Y fue una grata sorpresa ver que se habían puesto una serie de sillas para que se sentasen los papás y los peques de cara a un escenario. No había trona, ni santa, ni duende. “A saber qué pasa”, pensé. También era sospechoso ver a un grupo de alumnos por allí, todos vestidos de negro (en plan mimo) y sin que nadie les dijese nada. A los cinco minutos de llegar, nos invitan a que nos sentemos todos y ¡que empiece el espectáculo!

Parece que me lo avisaron porque, si bien el otro día os recomendaba las fábulas De la Fontaine, estos chicos representaron algunas de ellas. Como adolescentes que eran, las hicieron “actualizadas”, pero fue muy divertido ver cómo los pequeños, incluso los muy pequeños como era la mía (13 meses apenas), guardaban silencio, reían ante las parodias y se involucraban en los relatos. Simplemente genial.

Estoy muy feliz por mi hija, intentó jugar con algunos niños, pese a la evidente diferencia de edad (sólo había 2 ó 3 niños más pequeños que ella, pero eran bastante más pequeños; y los otros eran más mayores); no lloró con Père Nöel; le gustaron mucho sus regalos (un puzle y un libro, genial, me encanta); y probó algunas cosas que hasta la fecha no había hecho: bizcocho de yogur (debió gustarle porque nos pedía un poquito más siempre)

Fue un gran día, ella posiblemente no lo recordará como tal, pero seguro sí que se lleva una buena sensación del mismo.

2 comentarios:

  1. En mi colegio (francés) también nos hacían representaciones cuando eramos pequeños. Luego de mayores, nos tocaba a nosotros.
    Me alegro que lo pasarais bien, y que la pequeña disfrutara. Estoy segura que cuando sea un poco más mayor, se lo contarás, y le gustará saber que hizo ella.
    Besos!

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    1. Siii!! La verdad es que nos vino muy bien, llevamos una semana un poco asfixiante.
      Un besote muy gordo!!

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