lunes, 15 de octubre de 2012

Lo importante es volver

Hoy me he despertado haciéndome algunas preguntas, la principal era si mi hija acabará por poder acudir a alguna guardería antes de los 3 años. Pero después surgieron algunas más. Un ejemplo muy claro es el coche, la conducción.

¿Por qué serán tan duros en España y tan suaves aquí? No sé a vosotros, pero cuando me examiné del práctico, le pedía a todos los santos que no me tocase la viuda negra, que me hacía falta el carnet para ir a la facultad. Por suerte para mí, tanto teórico como práctico los aprobé sin mayor problema en un solo verano (contando con agosto de por medio, que estaba cerrado tanto tráfico como la autoescuela), y aunque hacen bastantes años ya (2004, por favor, como pasa el tiempo) y sólo he tenido un percance (un “cojonato” me dio por detrás, saltándose semáforo y línea continua, a más velocidad de la cuenta y con esposa embarazadísima, parecía que había bebido…con razón decía que pagaba sí o sí), el día que empecé a conducir en Francia casi me da algo.
En su mayoría, son muy agresivos al volante, no entienden de intermitentes (esa cosa que hace tic-tac si le das a la palanca, y que brilla alternativamente en la oscuridad), límites o distancias de seguridad, y de las rotondas ni hablo, que después todo se sabe...
Mi marido me da la razón en esto (de hecho sólo coge el coche cuando es más que estrictamente necesario), pero me deja caer la perla que para nosotros es increíble el tema de los gorrillas y los aparcamientos en doble y tercera fila…ahí se la doy yo jajajaja
Sinceramente, si venís a Francia, dejad el coche en casa, coged los trenes, tranvías y metros, que tienen unas redes fantásticas, que lo importante es volver.

2 comentarios:

  1. Te ha faltado lo de la prioridad a la derecha, que sea en carretera o en el parking del super, siempre que nada indique otra cosa.

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